5 Razones para visitar Manchester.

¡Buenos días!

Con la entrada de hoy una deuda mía será saldada, ya que os voy a hablar de una ciudad de la Inglaterra septentrional, a la que durante algún tiempo tuve manía y que he aprendido a apreciar y disfrutar. Por diversos motivos, tuve que hacer unos cuantos viajes a Manchester en los últimos cuatro años, coincidiendo con una época en la que todo lo que me sonara a frío/norte me parecía un tostón. Pero hay que saber mirar y apreciar las cosas que se nos presentan, salvando así las circunstancias que nos puedan empañar nuestros momentos y agradecer lo que la vida te da.

Así, con esta perspectiva, os voy a dar unas cuantas razones por las que visitar esta ciudad, y ninguna es el fútbol (Dios me libre).  Pero os doy un pequeño adelanto: si amáis la arquitectura, las buenas hamburguesas, las excursiones y el mundillo anglosajón, Manchester ha de ser vuestro próximo destino.

¿Os apetece una escapada norteña?

Antes de nada, vienen los avisos de mano de una anécdota. La primera vez que visité Manchester fue en pleno julio. Salí alegremente del aeropuerto de Almería con un vestido muy floreado de tirantes y unas sandalias. Mi cara al aterrizar fue un poema, me había dado de bruces con la falta de previsión. Tuve que comprar sudaderas y abrigarme. Por supuesto, regresé bien resfriada. Manchester no es el sur, ni de Inglaterra ni de ningún sitio. Bueno, es casi el sur de Escocia ja,ja. Así que sea la época del año que sea, llevad abrigo.  Ahora vamos con esos motivos...

1. La arquitectura.

La belleza de Manchester mira al cielo, así que levanta tus hombros y mirada hacia los edificios de ladrillo rojizo que te rodean. Como todas las ciudades europeas, encontramos varios estilos arquitectónicos que nos van marcando y explicando las diferentes etapas históricas. Entre ellos os puedo citar el gótico, neogótico victoriano (¡¡no os perdáis el ayuntamiento, que lleva el sello de A. Waterhouse!!), y por supuesto, el industrial. Los últimos caminos que ha tomado la ciudad, dejando a un lado la industria y apostando por la investigación científica y la sostenibilidad, han dado como fruto la incorporación de post modernismo. A pesar de dichas confluencias, no nos vamos a encontrar sensación de ciudad parcheada, sino que conserva armonía.

El sistema de canales de Manchester también es un plus, ya que otorga a la ciudad un aire de profundo misterio y...humedad. Los molinos y las fachadas tan pintorescas de sus pubs con coloridas flores en las ventanas son otra cosa que no se puede dejar pasar por alto.


2. La oferta cultural.

Sala de la Universaidad y Sappho de Charles-August Mengin.

En bastantes ocasiones, gratuita debido a que muchos edificios donde se albergan importantes exposiciones y museos interactivos dependen de la Universidad, siendo libre el acceso. Diversos edificios a lo largo de la ciudad albergan exposiciones permanentes y temporales con auténticas joyas. La última que vi este verano era una dedicada a la brujería medieval y del mundo antiguo. Había pergaminos antiquísimos de todas las culturas y continentes e incunables conservados en sus cámaras con temperatura adecuada. Para ello, la biblioteca de John Rylands es visita de obligado cumplimiento.

¿Qué lo tuyo es el Antiguo Egipto? ¿Los dinosaurios? ¿Los animales salvajes? ¿Todo junto? Entonces reservaros unas horas en el Museo de Manchester, interesante y bello por dentro y por fuera donde la diversión y el aprendizaje están más que garantizados.

Para los amantes del arte tampoco faltan galerías como la Manchester Art Galery con obras de la Hermandad Prerrafaelista, y por supuesto, buenos ejemplares del impresionismo y de la llamada escuela inglesa. Su fachada también merece atención, pues en ella C. Barry quiso dejar en Inglaterra la huella de Italia.

En el plano deportivo, hay vida más allá del fútbol (aunque hay que reconocer para los aficionados que tiene dos grandes equipos). Particularmente curioso e impactante, son los combates de boxeo que tienen lugar con cierta frecuencia en esta ciudad, No son un evento cualquiera, requieren su etiqueta y el espectáculo está asegurado. Siempre me dicen que es demasiado bruto, pero el boxeo conserva un aire romántico al que me cuesta resistirme.

3. Las hamburguesas de sus pubs y el Curry Mile.

Voy a ser muy sincera, debido a mi mediterráneo nivel de exigencia culinaria, me resulta difícil comer bien en países de corte anglosajón. Pero una cosa hay que reconocerles, la repostería y la carne la tiene de altísima calidad. Por toda la ciudad hay una red de pubs restaurantes, que aunque cada uno tiene su historia y personalidad, comparten carta. Tienen unas hamburguesas de carne deliciosa y tierna que acompañan de boniato frito que quitan el hambre, el hipo y el sentío. Yo no bebo alcohol, pero sé que tienen una amplísima variedad de cerveza hecha con agua y grano de gran calidad, de la que mis padres dan buena cuenta. Pero si queréis algo completamente inglés, visitad Pie&Ale, un lugar donde os podréis comer pasteles salados con todo tipo de carnes exóticas y también una amplia oferta vegana.

Mención aparte, porque no es para todos los estómagos, merece la llamada Milla del Curry. El Curry Mile es toda una larga calle llena de restaurantes indios, pakistaníes, libaneses y de todo lo que pique y lleve mucho color. A mí este tipo de comida me encanta, pero cuando la cosa pica, pica de verdad y te deja la lengua muerta y las lentillas saltando de las órbitas. Conviene una sesión de interrogatorio al camarero antes de pedir. Y si nos pasamos, el lassi de mango será nuestro aliado.


4. Es un excelente punto de partida para hacer otras excursiones.

Manchester está, además de cerca, muy bien comunicada con otros puntos de interés, sólo os tenéis que acercar a la estación de Manchester que se llama Picadilly. Especialmente  con el maravilloso Distrito de los Lagos, Parque Natural del Reino Unido desde 1951, máximo exponente de la belleza del condado de Cumbria.  El Distrito de los Lagos es simplemente un deleite para los sentidos. Paisajes de cuento, valles, montañas, pueblos con encanto y mucha actividad física os esperan. Windermere es parada obligatoria.

También tenemos el Distrito de los Picos, famoso por sus páramos,que también es Parque Nacional.

Para los más urbanitas, también tenemos muy cerquita Liverpool, la ciudad de los Beatles. Donde podrás visitar el famoso pub The Cavern, donde empezó a tocar el grupo. Además de la estatua  del liverbird, y todo el conjunto a orillas del Mersey, su puerto y  todo el fantástico Pier Head.



5. Buen lugar para compras.

Yo no soy muy partidaria de ir cargada a los viajes, y mucho menos de volver cargada de cosas que no sean hermosos recuerdos. Por suerte, donde vivo hay todo lo que necesito y perder tiempo en una tienda me agobia. Pero hay que reconocer que Manchester es un lugar ideal para ir de compras, sobre todo en los meses de rebajas, que la cosa se pone sustanciosa.  Marcas bastante caras y de calidad como Clarks o Ted Baker bajan los precios a un nivel muy goloso. Y ni qué decir de las tiendas de ropa deportiva, donde puedes encontrar unas gangas estupendas, equipaciones de fútbol incluidas para los peques de la casa. Igual ocurre con la cosmética, existiendo gran variedad respecto a la natural de marcas que conocemos aquí y otras que no tanto.

Un punto a favor de esta ciudad es que el comercio se encuentra céntrico y centrado, pero al aire libre, permitiéndonos disfrutar del paseo mientras vamos de caza.

Si os da la vena exótica, el Curry Mile también es buen lugar de compras. ¿Os apetece un sari o unas babuchas? Ya sabéis donde encontrarlos.

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Para llegar a Manchester yo he volado desde Málaga y Almería, aeropuetros que ofrecen varios vuelos todas las semanas durante todo el año (lo que le gusta el solecito a esos señores y a Monarch dárselo). Desde Barajas imagino que también habrá bastante oferta.

En cuanto a hospedarme, todo depende del presupuesto. Conviene recordar que el nivel hotelero español es muy alto, por lo que un 4* allí puede quedarse corto de lujo y comodidad y largo de precio, en comparación con lo que estamos acostumbrados aquí. Os recomiendo como alojamiento el Hotel Palace, el Mitland y el Arora. Este último está más ajustado de precio y da una calidad muy buena. Pero la ciudad está llena de alojamientos de todo tipo y para todas las necesidades.

La época más bonita del año para viajar es de mayo a agosto. Allí el hielo, las tormentas y el frío crujen de lo lindo. Este pequeño mono sureño se siente allí más allá del muro con esas rascas. Además, en los meses más cálidos la ciudad está más bonita porque hay más exposiciones, las ventanas se llenan de flores y macetas, muy pintorescas y pasear es más agradable (y viable). Peeroo...todos sabemos que Europa se pone muy bonita en Adviento y Navidad, y especial hincapié hacen estos países en sus luces, decoraciones y mercadillos. No veréis muchos Niños Jesús ni nuestras palmeras y camellos, pero sí sus renos y palotes de caramelo anglicano protestantes, que tienen su punto.

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Hasta aquí mi pequeña guía de la ciudad. Espero que hayáis tenido un paseo agradable por la misma, y que os animéis a hacer una escapadita, porque pese a su apariencia fría y sus reminiscencias industriales, Manchester tiene mucho que ofrecer a niños y mayores .

¿Conocíais la ciudad? ¿Me contáis vuestras experiencias? ¿Está Manchester en vuestros planes de viaje?

Un abrazo,
el mono Gretel.