Natura Siberica | Crema relajante para pies con algas de las Islas Feroe y romero.

¡Buenos días!

Una de las virtudes que más disfruto en la cosmética es la capacidad que tienen algunos productos de hacerte viajar. No en sentido literal de la expresión, claro está. Pero sienta muy bien que tras un día agotador de papeleo  y ojos secos gracias a la pantalla del ordenador, llegue el turno de ducha relajante y poder decir "hoy me pongo la crema que viene de...".

Pues coged vuestros chaquetones y guantes, que hoy nos toca una crema con activos directamente traídos de las Islas Feroe , y para hacer honor a la marca, también de la rusa región de Siberia.

Se trata de una crema relajante y suavizante para pies de Natura Siberica que cuenta con un 98,96 de ingredientes de origen natural y elaborada siguiendo una antigua receta de las gentes de Siberia. Cuenta con la certificación  COSMOS NATURAL, creada en Alemania y que se encarga de certificar los procesos de calidad, y que sus productos estén libres de colorantes sintéticos, parafinas...

Quédate un rato y dale un gusto a tus pies ;).



Muchas ya conocemos a Natura Siberia, una de las primeras marcas rusas pioneras en cosmética cuya materia prima no sólo es natural, sino de recolección silvestre y a mano. Por lo general sus productos suelen dar muy buen resultado, aunque como todas las marcas, tienen sus más y sus menos. Yo me llevé una pequeña decepción con este contorno de ojos, pero cuando encuentro algo que me gusta, también se lo celebro.

Otra de las cosas que me gustan de la marca es su activa política social, apoyando a recolectores y agricultores de su país y del extranjero, ya que tienen acuerdos de colaboración con la Asociación de Pueblos Indígenas del Norte, Siberia y del Lejano Oriente. Imagino que querrán restaurar el daño que hizo el pobre caballito de Atila, que por donde pasaba no crecía la hierba. Para más información sobre este aspecto podéis visitar su web.

Y ahora vamos con la protagonista de hoy.

Se trata de una crema hidratante para los pies, cuya receta está concebida en Rusia, pero está fabricada en Estonia. Viene presentada en un bote estrujable, con un tapón de rosca que no me gusta nada porque si se me cae le da por rodar y lo pierdo. Trae 75 ml, y el precio oscila entre los 4 y los 6 euros, según donde la compres. A mí me costó 5,90 euros en Idun Nature, tienda que conocí gracias a Maquillando al lobo azul.

Su textura es sorprendentemente ligera, tanto que sentí un pequeño enfado la primera vez que la usé. De nuevo, cometí el error de asociar liviandad con ausencia de efectos nutritivos. Pronto me di cuenta de que a pesar de que la crema era ligerita y de rápida absorción, dejaba la piel perfectamente suavizada y calmada. Como todas las cremas para pies, sus efectos serán mayores si las usamos tras lavar los pies, con la piel seca pero reblandecida. Y si la aplicación va precedida de una exfoliación, mejor que mejor.

Entre sus ingredientes destinados a la nutrición de la piel encontramos manteca de karité, y aceite de ricino. Sin embargo, los activos protagonistas de esta crema son las algas de las Feroe, las plantas silvestres siberianas y el romero.

Antes de la mitad del inci, encontramos extracto de Alaria esculenta, un alga grande del norte Atlántico. Esta en concreto está recolectada en las Islas Feroe, islas danesas de bucólico paisaje norteño, muchos corderitos y los graciosos frailecillos.  Es usada en cocina, y además es rica en vitaminas, minerales y al igual que el alga chlorella, tiene propiedades para desintoxicar nuestro cuerpo de la radiación. Realmente, dudo de esta propiedad aplicada en crema, pero desde luego, daño no nos va a hacer. Sin embargo, sí que coadyuva a la regeneración de la piel contra las anti estéticas y molestas grietas de los pies.

.Destinados a suavizar, calmar, vitaminar y desodorizar (no viene mal a veces, tratándose de pies) encontramos extracto de aceite de romero, y unas plantas de recolección silvestre siberianas la Agrostis Sibirica (que es una planta forrajera), y extractos de pino y de abeto siberianos.

Posee una aroma entre marino y herbal, delicado, nada invasivo y apenas perceptible.

En cuantos a sus resultados, primero he de decir que es una crema de mantenimiento, de uso diario. No es un tratamiento de choque, sino que requiere constancia en su uso y tener los pies preparados y limpios para recibirla. Entonces es cuando se perciben muy gratos resultado : las grietas se reducen y la piel está más suave y uniforme.

El ser de textura ligera, no impide que tengas masaje para rato con ella, ya que en este sentido, su fluidez puede ser una ventaja. Con un poco de producto, cunde lo suficiente para esos masajes tan beneficiosos para la circulación, tobillos incluidos.

Este último punto es importante, porque hay que recordar que la salud podal es vital. Nos apoyamos en nuestros pies para nuestras batallas diarias, algunas veces con calzado inadecuado, lo que repercute en la salud de la espalda, y por supuesto, en nuestra circulación. Dicho esto, a veces no es tanto la crema que usemos, sino el modo de usarla.

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Como conclusión, esta crema relajante de Natura Siberica me parece una buena opción, con un precio comedido (aunque podemos encontrar paisanas suyas más baratas y probablemente igual de eficaces en marcas como Organic Shop o Recetas de la Abuela Agafia) y gran calidad en cuanto a resultados.

He de reconocer que me gusta mucho el aspecto exótico de sus ingredientes, que me hacen sentir como la auténtica Reina de las Nieves , uno de mis cuentos favoritos. No sé si ha sido casualidad, pero al igual que esta crema, la película de Atamanov adaptando el cuento de Andersen es una auténtica obra de arte. Será que el combo ruso-danés funciona a las mil maravillas. Recomendada queda la crema, recomendada la película.

No está de más mimar de vez en cuando a nuestros pies, el cuerpo entero lo agradecerá.

¿Soléis dedicar cuidados específicos a vuestros pies?

Un abrazo,
el mono Gretel.