Eau de Parfum Angel Étoile des Revês (sorteo ganado en Miss Potingues)

¡Buenos días!

Hay joyas que se guardan en cajas fuertes, cámaras acorazadas...y otras simplemente van a parar al tocador de algún homínido deslumbrado con su rielar. El cómo y cuándo una joya llega al poder de alguien siempre tiene detrás mil y una historias. Obsequios que preceden a un compromiso, que pretenden inmortalizar un acontecimiento, regalos de nuevo cuño o que han pasado por las manos de anticuarios y montes de piedad... . O por atracos a mano armada, allanamientos de morada y golpetazos al estilo Rodia Raskólnikov, si le queremos restar romanticismo al asunto.

Angel Étoile des Revês es una gema preciosa en estado líquido, enfrascada en un trocito de firmamento cuajado de cuerpos celestes.  Llegó al poder de este mono gracias a un acontecimiento digno de celebración en el mundo de la belleza, el séptimo aniversario de Miss Potingues. Los fastos vinieron acompañados de generosos presentes, y tuve la suerte de que el destino se acordase de mí y ser la destinataria de uno de ellos. El perfume que vamos a ver hoy muy de cerca.

Preparen sus pituitarias, que Mugler hará el resto.

Cuando leí la entrada que Miss Potingues dedicó a esta fragancia, mi intuición predecía flechazo. Y así fue. Se trata de una novedosa variante de la famosa Angel, que presenta matices olfativos especiales y todo un ritual propio. Respecto a los matices olfativos la marca nos los clasifica en tres facetas, la celeste, la golosa y la voluptuosa; con sus respectivas notas de bergamota, praliné, pachulí, vainilla y almizcle. Todo un oxímoron oriental en el que mientras los matices achocolatados y avainillados más dulces excitan nuestros sentidos, la bergamota los equilibra con sus relajantes efectos.

El resultado es un efluvio dulce, intenso, que marca la diferencia por la elegante personalidad de sus notas y... profundamente nocturno y oriental. Si las sensaciones olfativas tuvieran relieve, la textura sería emplumada y aterciopelada, como una prenda de dormir de lujosa confección. Ya os adelantada que este perfume trae consigo un ritual propio, dedicado a la sensualidad de la noche. Las estrellas de su envase nos adelantan que esta esencia está destinada a dotar de relajante voluptuosidad las horas que comprenden desde el ocaso a la aurora, acompañando nuestro cuerpo, mente y nuestras sábanas.

Pero todo tiene que decirse, la fuerza olfativa que incorpora Angel Étoile des Rêves no es para todos los públicos, ya que su presencia es notoria y altamente envolvente. No es un aroma fresco, ni simple, ni ligero. Es potente, elaborado y cargado de notas y matices  con el que los olfatos no acostumbrados a este tipo de sensaciones, pueden sentirse apabullados.

Este objeto de deseo lleva incorporado un vaporizador que funciona con la clásica bomba de los perfumes antiguos. A mi parecer esta bombita, debería ser recuperada tanto por cuestiones estéticas como pragmáticas, ya que es idónea para la conservación y para la certera vaporización de su contenido. Está hecho en Francia y el frasco nos da la oportunidad de disfrutar de 100 ml. de perfume.

Como dueña de gran generosidad y buen gusto, Beatriz incluyó en el premio un llaverito en forma de copo de nieve blanco y dorado, y una generosa muestra de la mascarilla Multi Regenerante de otra renombrada firma gala, Clarins ( podéis leer sobre ella aquí en su blog, y en el de La Pinturera tenéis también entrada para que os hagáis idea cabal del asunto). Lo que es todo un detalle, porque la mascarilla en sí es una inversión de esas de las que sería prudente tantear el terreno antes de dar el paso. La mascarilla presenta un color malva, también tremendamente sensual, y es la compañera perfecta del premio principal, para completar esas tardes y noches de belleza y relax. Aventuro que ahora que las aguas están calmadas, han pasado las fiestas y todo se regulariza, mi madre y yo daremos buena cuenta de ella y os contaré la experiencia que presumo será de lo más gratificante.

Todo mi agradecimiento para Miss Potingues y las oportunidades que nos ofrece, y que esos siete añazos sean muchos más. He de decir que este premio no me ha podido gustar más, y que fue todo un empujoncito de alegría y placer por el momento en el que llegó.

¿Qué os ha parecido el premio? ¿Os atreveríais con Étoile des Rêves y su nocturna y oriental sensualidad?

Un abrazo,
el mono Gretel.