martes, 4 de octubre de 2016

¿Por qué es importante que nuestros cosméticos lleven ingredientes de Comercio Justo?

¡Buenas tardes!

Conforme una se va adentrando en el mundillo cosmético empieza un gran proceso de aprendizaje. Perfilas preferencias, necesidades, hasta tu propio ideario. Más de una vez he leído enconadas polémicas sobre si tal marca testa o no en animales, sobre si usa siliconas disfrazadas o sobre si va de natural sin serlo.

También existe un fenómeno de admiración, asombro y promesas sensoriales de deleite y eterna juventud cuando nos encontramos ingredientes naturales en nuestros cosméticos, cuanto más exóticos, mejor. La mayoría de nosotros vivimos en un mundo muy urbano, alejadas de los procesos de obtención de esas materias primas, de sus lugares y de su ambiente. Y cuando nos acercamos. tengo la ligera sensación, que por la falta de costumbre, todo son críticas a ese proceso de producción. Quedan muy bien algunas frases como "qué horror, está usando un pesticida". "de esta generación no pasamos, acaba de cruzar una cepa de sandía con una de melón, es transgénico" para documentales alarmistas, y según he podido comprobar, la mayoría bastante desinformados sobre la verdadera dinámica del campo. Sin embargo pocas veces nos preguntamos por las personas que hay detrás, por sus condiciones laborales. por las contraprestaciones que reciben por sus productos que grandes marcas nos venderán a precio de oro.






¿Te gustaría saber los motivos por los que prefiero la etiqueta de Comercio Justo a cualquier otro sello?



Soy un mono malillo, tanto que señores como Peter Singer me llamarían especista y antropocéntrica, en sus ratos más cordiales. Y esto es a  sí porque me dan ganas de romperme la camisa como hacía el célebre marido de La Chispa cada vez que veo a alguien celebrar muy cumplidamente que un cosmético no esté testado en animales, pero no se le ha pasado por la cabeza que la manteca de cacao que lleva ha sido recogida por menores de edad que ni siquiera han tenido oportunidad de pisar un colegio.

Ello no quiere decir que promueva el testeo innecesario en animales, eso es una crueldad y más con según qué métodos. Y mucho menos que juzgue a las personas por lo que compran o usan, cuando es tan difícil asegurarnos o acceder a mucha información. Con esta entrada sólo me gustaría dar un enfoque más amplio a la tan de moda expresión cruelty free, para que el trabajo de las personas también pueda valorarse como libre de crueldad. 

¡Ahora vamos con los motivos por los que deberíamos estar interesados en el Comercio Justo!



Me gusta mirar a los demás de igual a igual.

Alguna que otra vez he asistido a charlas organizadas por ONGs de diversa índole que llevaban por bandera un discurso lastimero y victimista. Su mensaje se podría reducir a Occidente es malo, y para redimirse tiene que hacer actos de infinita caridad y sacar a delante a x países/regiones.

En este mundo nadie es tan malo ni tan inocente, y estoy segura de que ese concepto caritativo y paternalista ofende a muchas personas capaces y emprendedoras, con ganas de levantar sus regiones por ellas mismas. Quiero poder viajar por el mundo y encontrarme con futuros socios, negociar con ellos como lo haría con mi vecino. No quiero dar limosna y que otras personas piensen que estoy haciendo precisamente eso. Tampoco quiero una foto sensacionalista, quiero un contrato equitativo. personas bien organizadas y orgullosas de sus productos y de su tierra.

Por otro lado, aprecio la solidaridad. Pero no la relaciono con ser el que más grita en medio de una manifestación, sino con saber tender la mano al prójimo sin prejuicios, y por qué no, dejar el los demás te la tiendan cuando lo necesites.


¿Tú cobras por tu trabajo? Ellos también.

El desconocimiento del mundo rural del que os hablaba al principio tiene muchas consecuencias negativas. En primer lugar, se pierde la noción de donde venimos de de lo que realmente es básico para subsistir. Ni el zumo de naranja ni la leche salen de un cartón. Una chica muy activista de la cosas naturales me llegó a afirmar y a discutir que las bolitas del cuscús son unos frutos de las flores de una planta. La harina y la sémola de cereal no existen ;). Otro me dijo que en un invernadero pasan cosas que nadie sabe con las plantas y que por eso nunca te dejarán entrar en uno. Y eso se lo sueltan por la cara a una chica de Almería. Tuve que asentir y darme la vuelta. Con estos ejemplos que salían de bocas de personas con carrera universitaria y muy activos en el mundo que ellos llaman natural me entenderéis ahora a lo que me refiero.

Si ves el mundo desde una tablet, puede que te sea difícil imaginar los ciclos de siembra, recolección, los diferentes sistemas de riego y abono...y todo el trabajo y dinero que ello conlleva. Así como cumplir con los estándares de calidad y salubridad. Ello se complica cuando además, tienes que producir a gran escala y la gente no va a ir directamente a comprarle tus productos, sino que los intermediarios pueden hacerse infinitos.

Por poner un ejemplo, no voy a pagar, por lo general, 80 euros a una gran marca de perfumería porque una crema suya lleve como mayor reclamo publicitario  un aceite natural (situado al final del inci), pero pago encantada 20 euros por una botella de dicho aceite a quien me garantice que proviene de un comercio responsable y justo con el productor.





Las mafias mandan, pero el consumidor manda más. 

El mundo capitalista tiene sus ventajas, y la ley de la oferta y la demanda correctamente utilizada es una arma poderosísima. Desde que nos alejamos de comportamientos a lo Pascual Duarte y empezamos a demandar que la protección dispensada por los poderes públicos y las iniciativas privadas amparasen también a los animales, no paro de ver cremitas con el famoso sello del conejito, y sientiéndolo por Hug Hefner, no es el de Playboy.

De igual manera, en chocolates, cafés o botellas de aceite he visto muchas veces un sello o etiqueta de Comercio Justo de la mano de Oxfam, Unicef, Nestlé...Pero muy poquitas veces en cosméticos. Estoy segura de que si nosotras como consumidoras demandásemos más esta etiqueta, muchas más empresas se replantearían el modo que tienen de adquirir materias primas para poder obtener ese sellito y apuntarse a la moda. Realmente me da igual que las empresas lo hagan por razones de íntima contrición de sus dirigentes o por vender unos cuantos ejemplares más. Lo que verdaderamente importa es que mediante una red bien organizada de comercio justo a través de cooperativas responsables se van a evitar cosas tan feas como la explotación infantil y la de los mayores, deforestación, o la dudosa calidad o procedencia de un producto, que directamente repercute en el consumidor.

Seamos entonces la nueva Cosa Nostra de la belleza e impongamos nuestras reglas ;):


***
Hasta aquí mis tres razones, explicadas de una manera concisa y sencilla de por qué le doy tanta importancia y le cojo tanto cariño a un cosmético cuando veo que lleva ingredientes que provienen del comercio justo. Me hace más ilusión que lo ecológico, mucha más. Con lo bio puede que esté salvando mi cuerpo, pero con el fomento de este tipo de prácticas estoy salvando mi alma.

Por último me gustaría resaltar que el proceso de aprendizaje es largo, y yo aún estoy en ello. Vistando la web de FAIR TRADE IBÉRICA, obtendréis más detalles.




¿Os soléis fijar en si vuestras adquisiciones de belleza contienen alguna referencia al Comercio Justo?

Un abrazo,
el mono Gretel.



















32 comentarios:

  1. Pues una vez más llego a tu blog y después de leerte me voy a ir reflexionando. Es más, este comentario que te dejo probablemente no te diga nada y es que no creo que sea un post de leer y comentar a la ligera, sino que, al menos yo, necesito 'masticarlo' y pensarlo, porque una vez más, querido monete, llevas razón. Le damos mucha importancia (porque la tiene) al tema de la experimentación animal y otras hierbas, y no es para menos, pero es escasísima la opinión sobre el quién recoge o siembra, cuando y a qué precio y ya no sólo salarial sino humano, por supuesto. Me quedo con la frase 'las mafias mandan, pero el consumidor manda más', y es que muchas, muchísimas veces olvidamos el enorme poder que tiene la opinión pública sobre composiciones o decisiones empresariales ante las que a priori nos podemos ver muy pequeños. Pero, si hemos logrado que el conejito esté en todos los envases, si hemos logrado que las grandes marcas que atiborraron sus propios cosméticos de siliconas, parabenos y demás lindeces ahora anuncien en ellos a bombo y platillo que no los llevan, ¿por qué no vamos a conseguirlo con un sello tan importante y humano? Lo dicho, me voy reflexionando y es precisamente por eso por lo que me encanta tu blog. Mil gracias una vez más por hacerme pensar tanto. Un besote.

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    1. Bueno, lo que hemos logrado en experimentación animal es que las empresas experimenten fuera de Europa donde sí está permitido, ojo. Pero siguen experimentando. Por eso yo creo que habría que legislarlo completamente (no con vacíos que permitan esto que está sucediendo).

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  2. Me ha gustado mucho tu post. Pero me temo que como consumidores individuales, negarnos a comprar ciertas marcas no hace mucho daño. Pienso que deberían ser los gobiernos quienes intervinieran en este tipo de cosas. Eso no quita que no crea que la concienciación no es importante, ¡al contrario! Precisamente concienciando conseguiremos llegar a alguna opción política que defienda este tipo de iniciativas. Pero insisto, creo que desde la propia ley. Y los sellos que ves en las marcas como Nestlé, ¿a que no están en todos sus productos? Es muy fácil para lavarse la cara, lanzar un "chocolate comercio justo" y los demás que sean de sobre-explotación. Es como cuando ves que una marca saca champús "sin parabenos" en una línea - curiosamente algo más cara por la norma que las otras - y todas las restantes de la misma firma...llevan parabenos.
    Y por esta regla de tres, está claro que no habría que comprar absolutamente nada que vendan en bazares, porque desconocemos totalmente su procedencia y lo que sí sabemos es que las leyes en oriente suelen ser bastante más permisivas con la explotación laboral que en Europa (de ahí que "mi amigo Amancio" produzca allí). ¿Quién no va "al chino" a por celofán?
    En fin, un tema controvertido, sin duda.
    Me pasaré a seguir leyendo.

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    1. Hola Noelia, mil gracias por exponer esa perspectiva era necesaria.

      No trato aquí el tema leyes y gobiernos por varios motivos. El primero es que sólo puedo ofrecer mi punto de vista como consumidora individual. El segundo es que las leyes nacen con la vocación de dar respuesta a fenómenos que ya se dan en la sociedad, que se piden, que se solicitan. Por eso me pareció importante el planteamiento de la persona individual. Y el tercer motivo es que fuera de nuestro ámbito, no podemos acceder (ni muchas veces comprender) a los gobiernos de los demás. Pero las empresas quieren estar en todos los saraos, y a esas sí podemos llegar.

      No sé si me he explicado, pero quería transmitir que creo en la iniciativa privada del ciudadano para regular ciertos procesos, y que a poder público demos darle voz nosotros, no a la inversa, por eso apelo a la concienciación.

      Y los bazares...son un tema controvertido. Aunque espero que si venden cosas lleven el sellito ese de la UE. Pero reconozco que llevo años sin entrar en uno (antes los veía por doquier, ahora nada) y no sé lo que encontraría allí.

      Un beso!


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  3. La verdad es que tienes razón, nunca pensamos en como están trabajando las personas que hay detrás de los productos, pero Don dinero tiene mucho poder, realmente los gobiernos deberían imponer unas correctas condiciones de trabajo a las empresas afincadas y que venden en sus países de esa forma no tendrían más remedio que contratar en condiciones a los trabajadores, pero creo que de momento es una guerra que todavía tendremos que pelear. Yo si puedo elegir prefiero marcas con el sello de comercio justo pero no siempre es posible pero intento aportar mi granito de arena siempre que puedo. Un besazo
    El blog de Sunika

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  4. Es un tema controvertido y para no extendermen en más de lo mismo,vero lo bien que lo ha explicado Gadi y no puedo estar más de acuerdo con ella, un tema muy difícil!!!!


    Besos

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  5. He escrito y borrado al menos 6 veces el comentario que intento dejarte, la razón básica es que escribir lo que quiero escribir me puede llevar a una demanda judicial y evidentemente no quiero problemas.
    Me quedo con el comentario de Noelia, lleno de sensatez y buen juicio, y aporto algo que es bien sabido por todos: "hecha la ley, hecha la trampa". Para bien o para mal, tras una idea (por muy altruista que ésta sea) sólo hay personas y no todas son lo que deberían ser y hasta aquí puedo escribir.
    Muchos besos y feliz semana!!

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    1. Intrigada me he quedado con el futuro demandante! Exacto, por eso mismo antes que las leyes, va la concienciación. Con nuestro concepto positivista, la ley cambia cada dos por tres. Pero lo que está interiorizado muta menos. Un besico!!!

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  6. Vaya vaya entré pensando encontrarme algún producto estrella y me voy con muchas cosas que pensar... La verdad es que el consumidor se ha vuelto tan exigente con el tema calidad- precio que se olvida que lo que paga tiene que estar acorde a muchas cosas, no solo a la calidad si no a su elaboración y en ello englobo tanto el respeto a los animales y el medio ambiente como a una mano de obra pagada justa y debidamente y no solo en la cosmética pues me consta que la producción textil es con creces más cruel y quizá si deveriamos plantearnos hacer un stop, porque una persona que no compra no hace daño pero quizá un puñado de ellas si duela un poquito más!

    Un besazo :)

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  7. La verdad es que la equidad social debería ser siempre la norma y que nosotros como consumidores
    podríamos montar la mafia y rebelarnos porque sin nosotros las marcas no son nada, aunque eso es una utopía y si fuese tan fácil no habría nada por resolver en el mundo. Por suerte creo que muy poco a poco va fomentandose el consumo responsable a todos los niveles.
    Un beso monada.

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  8. Es cierto que es un tema muy controvertido y tú lo has argumentado genial. Pero yo me temo que, como dice Gadi, es un asunto que se debería tratar "desde arriba" y pienso que (para mal de todos), no interesa. Que no interesa como todo lo justo. El sistema capitalista es así, no somos personas, sino números y siempre buscan el menor coste para sus productos (todos hemos escuchado alguna vez e incluso investigado sobre marcas que tienen a los niños cosiendo en talleres ilegales y en cambio cuando pasas por una de sus tiendas siempre están llenas y siempre hay gente dispuesta a pagar un precio de oro por algo que lleva un símbolo- porque así nos han educado, no es "culpa nuestra"; "para mi niño, lo mejor"). En fin, que me estoy metiendo en camisa de once varas y tampoco soy anti-sistema ;) Lo que sí me parece es que vivimos en una sociedad deshumanizada donde lo material ha adquirido una importancia que sobrepasa todos los límites de lo racional y me parece muy correcto tu planteamiento a nivel individual, desde luego me has dado mucho que pensar. Un besote

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  9. wow! Nunca me había planteado tantas cosas como las que nos has explicado en un momento. Agradezco lo bien que te expresas porque así da gusto leer los blogs. Cada vez estamos más concienciados, sí es verdad que el mundo del marketing está pisando muy fuerte, y es un problema por el que nos movemos la mayoría de la sociedad.
    tenemos que ser más conscientes de lo que compramos y a qué precioso tanto de bolsillo como de salud.
    Un besito guapa :)

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  10. la verdad es que no suelo mirarlo... pero si que creo que es importante saber de donde vienen los productos y los procesos por los que han llegado hasta aqui. un besotiis!! y entrada para reflexionar!!

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  11. Me ha parecido muy interesante todo lo q nos has contado ya que es importante que haya un comercio justo. Te espero en mi nuevo post

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  12. Interesante, por acá hay una marca de catálogo que, con la venta de sus productos, apoyan a las comunidades nativas de la selva amazónica de donde obtienen sus materias primas. Es la única que de momento conozco por acá. Un besito.

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  13. ¡Buenos días! No podría estar más de acuerdo con la reflexión... Muchas veces con aquello de "cruelty free" se piensa en los animales, pero las condiciones de vida de los trabajadores también deberían tenerse más en cuenta. Desde luego, la reflexión de este post (además de interesante) era muy necesaria.

    Un beso y feliz miércoles,
    Le Style et Moi

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  14. Me ha gustado mucho tu post, la verdad es que es algo que deberíamos tener más en cuenta pero en lo que no solemos fijarnos.
    Besos.

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  15. Gran post, muchas gracias por haberlo escrito.

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  16. Mucha tela que cortar. Me parece un gran post, pero entre mirar formulaciones y que no contenga x,h, o y, que no testen en animales, queno comercialicen en China, que sean de Comercio Justo, y no sé qué más, hay que hacer un master.
    Sí que valoro que los productos sean de comercio justo, por supuesto, y también pago con gusto 20€ por una botella de aceite "de verdad" (es más, me cabrea pagar 4€ por uno de "restos")
    Entiendo perfectamente a qué te refieres con el ecologismo de despacho, cuando conoces de primera mano cómo funciona el campo. Nos sobra soberbia, y nos falta conocimiento, pero, con buena voluntad, todo se soluciona.
    Besos!

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    1. Me alegra que me entiendas. La voluntad mueve montañas y hace caminos, cierto. Un beso!!

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  17. Yo también coincido totalmente con la opinión de Gadi. Es un tema difícil y la verdad es que no se fácil encontrar muchos productos con el sello de comercio justo. Por cierto, el post me ha gustado mucho. :-)

    Besos

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  18. Hola guapa!!
    Muchas veces es desconocimiento, tampoco les interesa a las grandes empresas cosméticas que muchas de estas cosas se sepan... el caso es que tu lo has explicado muy bien y me has aclarado ciertos términos. Cada vez busco mas este tipo de productos y por suerte cada vez estan mas al alcance de nuestras manos, hoy mismo hablo de algunas de estas marcas por el blog, pásate si quieres y me das tu opinion. Besines

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  19. La verdad es que ninguno de los productos que utilizo tiene la etiqueta del comercio justo, espero que cada vez más marcas se animen por el comercio justo, porque creo que ahora no son muchas. Una entrada muy interesante. Besos

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  20. Muy buen post, tomo nota
    Muchas gracias por la info

    Un besín

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  21. Vaya temita el que traes, no pienso que dependa tanto de los consumidores como de los grandes proveedores... pero si que eta en nuestra mano elegir lo que queremos y en la demanda esta la oferta....
    Ojalá mas empresas optaran por el comercio justo
    Un besote

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  22. Me parece una excelente reflexión y a la vez llamado de atención que haces aquí en tu blog, muchas veces el tan de moda tema Cruelty Free opaca una realidad bastante más dura que es la explotación humana. Yo por ética nunca compro oro ni diamantes ni marfil, y tampoco lo haría si tuviera el dinero para hacerlo. Pero la explotación humana está tan extendida maldita sea! Pero te agradezco mucho este tirón de orejas y te prometo que me pondré mas atenta con las marcas que llevan el sello de Comercio Justo (yo vendo Oriflame en mis ratos libres y tiene varios productos con ese sello).
    Un besote, Monita! 😘

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  23. no sabia nada de esto! muy buen post!
    beso enorme

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  24. Me ha gustado mucho el post.No tengo ningún producto de comercio justo y no me suena haber visto ninguna marca que recuerde....
    Besitos

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  25. ¡Un aplauso no sería suficiente para tan estupendo post!

    Te voy a decir una cosa, desde hace años soy consumidora de productos que llevan el sello de comercio justo precisamente por todos los argumentos que nos has presentado hoy y porque lastimosasmente he podido estar cara a cara en muchos de mis viajes con gente que trabaja sus tierras para vender sus pequeñas cosechas a grandes empresas de cosmética y de toda índole. Lo que te pueda contar es poco comparado con el arduo trabajo que realiza esta gente a cambio de dos monedas por eso es muy importante que tomemos consciencia social no sólo en productos de cosmética si no en otros productos.

    Para mí es importante usas productos que no testen en animales ni que tengas productos químicos, pero sinceramente no es una cosa que tampoco me obsesione. Adoro la cosmética natural y me gusta apoyar a esas empresas que con ilusión lanzan sus marcas de cosmética Bio, pero te repito no me obsesiona.

    Para mí es mucho más importante lo que hoy aquí has planteado, para que aprendamos a tener más calidad humana y generosidad con personas que no han tenido tanta suerte como nosotras, pero que no les falta una sonrisa y siguen trabajando duramente.

    A ver si entre todas logramos que haya un cambio aunque sea pequeño y que no nos tomen el pelo, ni nos vendan la moto pues hay todo un mundo más allá de la cosmética cruelty free.

    ¡Un abrazo inmenso!

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  26. Una entrada muy buena.
    Hace años me gustaba mucho comprar en Lush y The Body Shop, que son marcas que suelen llevar el sello y que junto con Yves Rocher siempre me han atraido.
    Me di cuenta de los precios que tenían estas marcas y me decanté por otras y así sigo (también influye que quitaron la tienda fisica que tenía cerca jajajaja) Ahora busco marcas de cosmética natural o cosmética de parafarmacia para cuidado facial y corporal porque es lo que mejor me funciona y siempre que veo este sello me gusta y mucho.
    Un beso.

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